"Este país ha crecido y prosperado en un clima que constantemente se refresca dada la introducción, en nuestro medio, de espíritus aventureros dispuestos a dejar la seguridad y la previsibilidad de lo que ellos sabían de los paises y gobernantes que abandonaron con la esperanza de plena igualdad de derechos y oportunidades dentro de nuestras fronteras." Juez federal Jack B. Weinstein en el caso de Mojica v. Reno (1997).
Desde la fundación de esta nación, más de 55 millones de inmigrantes de cada continente se han establecido en los Estados Unidos. En efecto, con la excepción de los americanos nativos todo el que vive en este país es inmigrante o descendiente de inmigrantes voluntarios o involuntarios. Empero, cada ola de inmigración ha encarado hostilidad, especialmente durante tiempos de dificultades económicas, turbulencias políticas o guerra.
- Durante la depresión de los 1840, grupos tumultosos, hostiles a los católicos irlandeses, quemaron un convento en Boston e hicieron motines en Filadelfia.
- En 1882 el Congreso aprobó el Acta de Exclusión de Chinos, una de las primeras leyes de inmigración, para mantener fuera toda persona de origen chino.
- Durante el "Temor Rojo" de los 1920 miles de personas nacidas en el extranjero sospechadas de radicalismo politico fueron arrestadas y brutalizadas. Muchos fueron deportados sin audiencia.
- En 1942, a 120,000 americanos de descendencia japonesa les fueron confiscadas sus casas y otras propiedades y fueron internados en campos hasta el término de la Segunda Guerra Mundial. Durante el mismo período se excluyó a muchos judíos bajo las normas puestas en vigencia en los 1920s.
- En los 1950, un programa del gobierno puso exclusivamente a los mexicanos en la mira para deportación.
Hoy la situación difiere un poco de los años anteriores. Llena de simpatizantes extremistas, antiinmigrantes que en gran medida se basan en mitos acerca de los efectos de la inmigración en la economía de la nación, un movimiento antiinmigrante mordaz ha estado tratando de recortar los derechos de muchos individuos que viven en los Estados Unidos. En 1994 los votantes de California adoptaron la "Propuesta 187" que negaba los servicios más básicos a cualquiera hubiera sido considerado como sospechoso de no ser un ciudadano o residente legal de los Estados Unidos, incluyendo de educación, salud y servicios sociales.
En 1996, el Presidente Clinton refrendó la ley Acta de Reconciliación de Responsabilidad Personal y Oportunidad de Trabajo de 1996(la nueva ley de bienestar social) que retiró una amplia gama de beneficios y servicios federales tanto a los inmigrantes indocumentados como a los legales. Estos incluyen los servicios de sellos alimenticios y el Ingreso de Seguridad Suplementario, SSI. (Los beneficios del SSI fueron restablecidos después, pero solamente para aquellos inmigrantes que entraron en el país antes de agosto 22 de 1996, el día en que la ley entró en vigencia). En ese mismo año fué adoptada el Acta de Reforma de Inmigración y de Responsabilidad Inmigrante, (IIRIRA), la cual precluye a los inmigrantes de retar las prácticas y políticas abusivas del Servicio de Inmigración y Naturalización por la vía judicial.
Es cierto que la Constitución no le da a los extranjeros el derecho de entrar a los Estados Unidos. Sin embargo, una vez aquí ésta les ampara contra la discriminación basada en raza u origen nacional y contra el trato arbitrario por parte del gobierno. Los inmigrantes trabajan y pagan impuestos; los inmigrantes legales están sujetos al servicio militar. Muchos inmigrantes han vivido en este país durante décadas, han contraído matrimonio con ciudadanos de los Estados Unidos y criado a sus hijos ciudadanos de los Estados Unidos. Las leyes que les castiga violan su derecho fundamental a un trato justo e igualitario.
El Proyecto de los Derechos de los Inmigrantes de la ACLU fué establecido en 1985 para retar leyes y prácticas inconstitucionales y para contrarrestar los mitos en que se han basado estas leyes. El Proyecto se ha convertido en uno de los defensores líderes en favor de los derechos de los inmigrantes, de los refugiados y de los nociudadanos.
IMMIGRATION: MITOS Y HECHOS
Mito: Las fronteras de los Estados Unidos están Fuera de Control Hecho: Una parte considerable del sentimiento antiinmigrante en este país está basado en el temor infundado de que los inmigrantes ilegales están abalanzándose sobre nuestras fronteras en cantidades sin precedentes. En realidad, la gran mayoría de los inmigrantes en nuestro país han entrado legalmente bajo estandardes estrictos impuesto por el Acta de Inmigración y Naturalización. El Acta permite que aproximadamente 800,000 personas se establezcan aquí cada año como residentes permanentes incluyendo alrededor de 480,000 que son admitidos para reunirse con sus cónyuges, hijos, padres y/o hermanos; cerca de 140,000 que son admitidos para hacer trabajos que el Departamento del Trabajo ha determinado carecen de trabajadores americanos que los hagan; alrededor de 110,000 refugiados que han probado que su temor de persecución política o religiosa en sus países de origen es legítima, y cerca de 55,000 que son admitidos bajo un sistema alternativo de lotería, comenzado en 1990, el cual principalmente beneficia a los jóvenes inmigrantes europeos y africanos.
Es imposible determinar cuántos inmigrantes se establecen cada año en los Estados Unidos sin tener permiso, pero ahora hay evidencia que las cifras empleadas por las organizaciones antiinmigrantes y los políticos han sido exageradas grandemente. Durante su camapaña electoral de1996, por ejemplo, Patrick Buchanan reclamaba que la población mexicana estaba creciendo por un millón o más al año. Pero de acuerdo con el informe de 1997 emitido por un estudio binacional sobre la Migración y comisionado por los gobiernos de los Estados Unidos y México el promedio anual está más cerca de de 105,000 lo cual es la décima parte de la cifra de Buchanan. La cifra total de personas de todos los países que entraron ilegalmente o se quedaron sobrepasando el tiempo permitido por las visas fué estimado por el INS de ser 275,000, lo cual es una vez más una fracción de lo que Buchanan decía y menos que una décima de uno por ciento de la población en los Estados Unidos.
Mito: Los inmigrantes le quitan los trabajos a los Trabajadores Americanos.
Hecho: La mayoría de expertos en economía que han estudiado la relación entre inmigración y empleo en los Estados Unidos reportan que los inmigrantes crean más trabajos que los que quitan. Hacen esto formando nuevos negocios, aumentando la productividad de negocios ya establecidos, invirtiendo capital y gastando dólares en bienes de consumo. Un estudio de 1994 por investigadores de la Universidad de Ohio, por ejemplo, no hallaron "ninguna relación estadísticamente significativa entre la inmigración y el desempleo....Si existiera correlación alguna, esta aparecería ser negativa: la mayor inmigración está asociada con menor desempleo." Los estudios de la Corporación Rand, el Consejo Nacional de Investigaciones y el Instituto Urbano llegaron todos a la conclusión que los inmigrantes no tienen un efecto negativo en las ganancias y en las oportunidades de empleo de los americanos nativos.
Mito: Los Inmigrantes agotan nuestros Servicios Sociales. Hecho: El Instituto Urbano ha concluido que los "inmigrantes en realidad generan significativamente más en impuestos pagados que en el costo de servicios." Esto es debido a que los trabajadores indocumentados, a pesar de no estar calificados para recibir la mayor parte de los beneficios federales, con frecuencia se les retiene impuestos de Seguro Social y de ingresos de sus cheques de pago. En efecto, los inmigrantes pagan mas de $90 millardos de impuestos cada ano pero reciben solo $5 millardos en bienestar social.
Como resultado, un comentador ha senalado, "un ciudadano mayor recibiendo Seguro Social que vive en el Kentucky rural esta siendo subsidiado indirectamente por un inmigrante que lava platos en un restaurante chic en Santa Mónica." Otro comentador propuso recientemente que la mejor solución a la crisis del Seguro Social causada por el envejecimiento de los nacidos durante la 2a Guerra Mundial sería la de incentivar la inmigración para crear adultos instantaneos: que comienzan a trabajar inmediatamente y hacen pagos en el sistema del Seguro Social.
LOS DERECHOS DE LOS INMIGRANTES
En un lapso de más de un siglo la Corte Suprema de los Estados Unidos ha decidido que las garantías constitucionales se aplican a cada persona dentro de los límites fronterizos de los Estados Unidos, incluso "los extranjeros cuya presencia es ilegal en este país." Por otro lado, la Corte ha dicho que debido a que el gobierno federal tiene poderes amplios para supervisar la inmigración a este país, está capacitado para ejercer dichos poderes en formas que discriminan sobre la base de su "índole extanjera." En otras palabras, el gobierno tiene el poder de decidir a quién dejar entrar al país y bajo qué circunstancias. Pero una vez aquí aún los inmigrantes indocumentados tienen el derecho a la libertad de expresión y de religión, el derecho a ser tratados justamente, el derecho a la privacidad y otros derechos fundamentales de que gozan los ciudadanos de los Estados Unidos.
Como los inmigrantes no tienen el derecho de ingresar a los Estados Unidos, aquellos que no están aquí legalmente están sujetos a deportación. El Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) tiene la autoridad de interrogar a "cualquier persona a la que crea que es extranjero sin derecho de estar en los Estados Unidos." Sin embargo, en un caso de 1903 llamado Yamataya v. Fisher, la Corte Suprema de los Estados Unidos decidió que el INS no podía deportar a alguien sin tener una audiencia que reuna los estándares del debido proceso de la ley. Desde entonces, los derechos procesales para los inmigrantes indocumentados han evolucionado de manera que hoy en día, a pesar de los atentados del Congreso de reducir estos derechos, cualquier persona que se enfrenta a la deportación tiene la facultad de:
- tener una audiencia ante un juez de inmigración y de recurso de apelación en la mayoría de los casos por un juez federal;
- ser representado por un abogado (pero no a costas del gobierno);
- recibir notificación razonable de las acusaciones, como del tiempo y lugar de la audiencia;
- de tener una oportunidad razonable para examinar la evidencia y los testigos del gobierno;
- de recibir interpretación competente para los inmigrantes no anglo-parlantes y
- que las pruebas que el gobierno presenta como base de la deportacion sean válidas.
EN BUSCA DE ASILO
Cada año hombres mujeres y niños vienen a nuestras costas buscando un puerto que les abrigue de la persecucion política y social. Los Estados Unidos está obligado por ambos derechos, el derecho internacional como el nacional, a abrir sus puertas a aquellos que tienen "un temor bien fundamentado de persecución" debido a raza, religión, nacionalidad, opinión política o membresía en un grupo social en particular. Aunque cientos de miles de refugiados políticos han sido admitidos a los Estados Unidos desde la 2a Guerra Mundial, nuestro gobierno ha sido guiado en demasía por consideraciones políticas más que humanitarias y un número incontable de personas han regresado a sus países de origen solo para ser encarcelados, torturados y hasta ejecutados. La politización del proceso de asilo alcanzó su punto máximo durante los años de Reagan. Durante los 1980, el gobierno denegó 97% de las solicitudes de asilo a los salvadoreños y 99% a los guatemaltecos, a pesar de que había guerras civiles en pleno furor en ambos países. Al mismo tiempo, el gobierno le aprobaba rutinariamente solicitudes a quienes huían de países cuyos gobiernos se oponían a la administracion de Reagan, tales como Nicaragua y Cuba. La ACLU y varias organizaciones religiosas y de derechos civiles retaron el manejo discriminatorio de las peticiones de asilo en una demanda colectiva. Eventualmente, el gobierno accedió a otorgar nuevas audiencias a 240,000 salvadoreños y guatemaltecos.
A inicios de la década de 1990, luego de años de dictadura violenta seguida de un período corto de mandato democrático bajo Jean Bertrand Aristide, miles de haitianos, temiendo una nueva tiranía huyeron de su país. En respuesta, el Presidente Bush emitió la llamada Orden de Kennebunkport, que ordenaba al Guarda Costas a regresar por la fuerza a todos los refugiados haitianos interceptados en aguas internacionales. Más de 20,000 hombres, mujeres y niños fueron regresados a Haití, lo cual motivó a un juez federal a acusar al gobierno de los Estados Unidos de estar arrojando refugiados "a las fauces de la persecución política, el terror, la muerte y la incertidumbre cuando hay un compromiso legal de no hacerlo."
Las leyes de 1996 de inmigración y antiterrorismo que fueron aprobadas durante una ola de fuerte sentimiento antiinmigrante, representaron significativos pasos en retroceso para los refugiados. Bajo la ley de inmigración la demanda en contra del tratamo discriminatorio hacia los refugiados salvadoreños y hondureños hubiera sido imposible, dado que las demandas colectivas han sido limitadas. Y por primera vez en la historia de este país el gobierno puede deportar a alguien sin necesidad de que una corte federal revise una órden de deportación. Dicho proceso de "expulsión rápida" pone a los refugiados políticos en el gran riesgo de ser deportados injustamnete a sus países de origen.
PROBLEMA EN LA FRONTERA
La virtual facultad del ejecutivo para expulasar arbitrariamente a la gente en la frontera ha conllevado a una historia larga y penosa de violencia injustificada contra hombres, mujeres y niños cuyo único delito ha sido intentar entrar a los Estados Unidos desde México.
A menudo la violencia no es provocada. Golpizas, agresiones sexuales e inclusive tiroteos fatales por agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos contra los nacionales mexicanos son demasiado comunes. La experiencia de Juanita Gómez no es única. En 1993 esta mujer de 22 años cruzó la frontera México-Arizona para hacer compras por el lado de los Estados Unidos. Fué detenida por un agente de la Patrulla Fronteriza que raptó a Gómez en su vehiculo oficial y la violó. En 1994, Mario Fernandez de 34 años fué detectado por un agente de la Patrulla Fronteriza cerca de la frontera México-California. Fué esposado, tirado al suelo, pateado en la quijada y luego le fue negado tratamiento médico durante dos días mientras estaba detenido. Posteriormente él requirió de tres operaciones para reparar su quijada malamente lesionada que se había infectado. Estos y muchos otros incidentes han motivado a la Vigilancia de los Derechos Humanos a llamar la situación fronteriza "uno de los problemas de abuso policiaco en el país."
La violencia generalmente queda impune. Los agentes de la Patrulla Fronteriza rara vez son hechos responsables de sus acciones y, temiendo represalias, son pocas las víctimas que tramitan quejas. Cuando las quejas son tramitadas son a menudo ignoradas, investigadas inadecuadamente o simplemente abandonadas.
La violencia es inhumana. Una táctica recientemente adoptada por la Patrulla Fronteriza es la Operación Guardián ("Gatekeeper"), la cual busca desalentar a los migrantes de usar las rutas de paso tradicionales. Aún cuando algunos fanáticos antiinmigrantes alaban los éxitos de la Operación Guardián en el control fronterizo, el costo humano ha sido muy grande: en los primeros diez meses de 1997, por lo menos 72 personas murieron atravesando rutas difíciles y aisladas, a más de 5,000 pies de altura en las montañas de Tecate, o a través de temperaturas de 50 grados centígrados en el Desierto Imperial.
Durante largo tiempo, la ACLU y otros grupos de derechos humanos y de inmigrantes han exigido mayor rendimiento de cuentas de parte del gobierno como la única forma de desalentar la violencia y el abuso fronterizo.
"¿Qué hay de malo con las leyes de " Solamente Inglés "? Las leyes de " Solamente Inglés " que declaran que el inglés es el único idioma oficial y prohiben a empleados públicos el suministrar cualquier asistencia y servicios que no sean en inglés, no concuerdan ni con el derecho de la Primera Enmienda de la libre expresón, ni con el derecho a la igualdad. También son innecesarias y algunas veces inclusive peligrosas tanto para individuos como para el público en general. Algunas leyes de "Solamente Inglés " que actualmente están en vigencia en dieciocho estados están escritas en sentido tan extenso que prohiben servicios que no sean en inglés tales como a las personas que reciben beneficios, solicitudes para licencias de conducir y la educación bilingüe.
Las actuales leyes de " Solamente Inglés" están basadas en la falsa premisa de que los inmigrantes de hoy día que vienen de países de habla asiática o española no aprenden el inglés sin la coerción del gobierno. En realidad, la gran mayoría de los inmigrantes asiáticos y latinos adquieren destreza en inglés tan rapidamente, si no es que más rápido que las anteriores generaciones de inmigrantes italianos, rusos y alemanes. Es más, solamente 4% de la población de los Estados Unidos, por encima de la edad de cinco años, no habla inglés.
El problema no es que los inmigrantes no deseen aprender inglés, sino que no hay suficientes recursos educacionales para ellos. Hoy, muchos miles de inmigrantes por todo el país están en lista de espera para aprender clases de inglés para adultos. Las leyes de Solamente Inglés no hacen nada constructivo para incrementar la competencia en el inglés, ellas simplemente discriminan en contra y castigan aquellos que aun no han aprendido inglés.
Fuentes: Estados Unidos/Cruzando la Linea: Los Abusos de Derechos Humanos a lo Largo de la Frontera de los Estados Unidos con México Persisten En Medio de Un Clima de Impunidad. Informe de Vigilante de Derechos Humanos/Américas, abril 1995.